Canto a la lluvia
Muchas veces, rogamos y deseamos sentirte en nuestra piel,
gracias a tu presencia nos liberamos de este mundo
cruel,
tu contacto es el placer de la naturaleza, que
alivia las almas heridas,
el roce de tus gotas, es el consuelo para todas las
penas acaecidas.
Quizás no seas compañía, tan solo algo natural y
nada más,
mas, aunque formes una melodía sin un marcado
compás,
con tu sonido, eres capaz de brindarnos la mayor
tranquilidad,
de desprender, de nuestra atormentada alma, todo
rastro de oscuridad.
En el momento en el que tú apareces, en el que tus
gotas descienden,
en el momento en el que todos, de ti, se guarecen, se
esconden,
cuando todos parecen huir de ti, en las noches frías
de invierno,
yo, dejo que caigas sobre mí, pues me hace sentir un
ser eterno.
Únicamente gracias a ti, podemos, de verdes bosques
y bellas flores, disfrutar,
únicamente gracias a ti, podemos en el mundo, aunque
a veces cruel, habitar,
mas, aunque otros, te quieran rechazar, mas, aunque,
otros, no te sepan apreciar,
siempre habrá gente que con
tu compañía y sonido, sus temores, se puedan apaciguar.
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