Injusticia militar
Un nuevo día ha llegado, un nuevo temor, hace muchos años
entré en la que dicen, la institución más valorada del país donde vivo, el
ejército, quizá desde fuera, se vea democrática y un trabajo maravilloso,
ayudas a tu patria, y justamente por ello me metí en este mundo, que muchos por
desgracia aún consideran solo una vida para hombres, para mí una vida que ahora
se desvanece, una vida que ya jamás podré tener.
Los actos para con la sociedad son geniales, ayudo a quien
lo necesito, ¿por dinero?-claro que no, cualquiera que conozca algo del
ejército sabrá que no se cobra tanto como para tener chalets de millones o para
tener descapotables, pero cuando la caridad de la institución se convierte en el
eterno infierno de una mujer, se mira de otra manera y te empiezas a cuestionar
todo.
Cuando me metí en el ejército, ya hace cuatro años, no pensé
que me pasaría nunca lo que me sucedió aquella noche de invierno, aquella noche
que jamás podré olvidar, imágenes que nunca se me borrarán de las retinas de
los ojos, imágenes por las que las lágrimas correrán por mi cara en todo momento
que lo recuerde.
Quizás ya sabréis de lo que hablo, ni tan siquiera hay que
describir la escena para que ya os imaginéis lo que era, uno de tantos casos de
violación, dentro de la institución, que supuestamente debe garantizar los
derechos de todos, todos los ciudadanos, sin excepción, pero para los que
estamos dentro parece que es de manera distinta, ¿por qué os preguntaréis?,
cuando denuncias y quien te violó, quien te hizo pasar las peores horas de tu
corta y antes, feliz vida, es condenado tan solo a dos años de cárcel, pero
encima, como recompensación es ascendido de comandante a teniente coronel, te
preguntes que si esta es la institución que debería ser la más valorada.
Por la igualdad entre el hombre y la mujer en todos los ámbitos.
Contra injusticias como la de Zaida Cantera.
Muy bueno
ResponderEliminarMuy buen
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